Las restricciones por la pandemia y el calor han propiciado que muchas familias decidan salir fuera de la ciudad en auto para relajarse, respetando los protocolos. En los planes de muchos seguramente se incluye también a los engreídos peludos de la casa. Pero no para todos los perros salir a pasear en auto es una experiencia divertida. Para algunos es una situación desagradable, pues se marean fácilmente o son demasiado nerviosos.
Como en todo proceso de adaptación y educación, a los perros hay que ir acostumbrándolos poco a poco para que sean buenos pasajeros y sepan portarse bien en los viajes en auto. Debemos promover un ambiente agradable con caricias y palabras de tranquilidad hasta lograr que se sientan a gusto. Recuerda que cada vez que ingresen al auto, e incluso durante el viaje, lo ideal es premiarlos. Así relacionarán el espacio y la experiencia con algo positivo.
¿Qué hacer antes del paseo?
Si tu perro es de aquellos que presenta náuseas en los trayectos largos en automóvil, no le des alimento al menos 4 horas antes de partir. Consulta con su veterinario, ya que podría recetarle algún fármaco para evitar el malestar.
Dentro del carro, nuestro pasajero de cuatro patas debe viajar cómodamente y en posición de descanso, de preferencia echado en algún asiento, nunca en tus faldas. Lo ideal es que tenga puesto un cinturón de seguridad para que no esté de pie o desplazándose por los asientos, pues pone en riesgo su seguridad y la del conductor.
Además, a los perros les encanta sacar la cabeza por la ventana para sentir la brisa fresca del aire. No dejes el vidrio demasiado bajo, podría caerse o saltar si ve algún perro pasar.
Una opción segura es que uses una caja transportadora: así podrá viajar tranquilo sin movilizarse, resbalarse o golpearse. Eso sí, debe ser lo suficientemente grande para que pueda echarse y pararse con comodidad. Si el trayecto es largo, se recomienda parar cada 6 horas para que la mascota beba agua, camine y haga sus necesidades.
Fuente: El Comercio